Hoy estoy en Paris.
Adoraba las flores,
los sombreros,
los colores.
La recuerdo, en su compañía.
Unos libros,
cigarrillos,
la comida,
el buen vino
y ella.
Hoy me encuentro con él.
El Principito de su mundo.
En un momento triste me regaló un mensaje:
"Yo te amo, sí. El que tú no supieras nada de ello fue culpa mía. Pero no tiene importancia. Tú has sido tan tonto como yo. Trata de ser feliz."
Hoy estoy con él.
A la distancia.
En la memoria.
En las memorias.