domingo, 29 de diciembre de 2019

echaba a rodar la primera piedra
esa que sería el puntapié inicial para la avalancha que se avecinaba.
en el silencio del abismo 
una nube inquieta que no se decidía entre quedarse o partir
anticipaba un aguacero 
que bien podría haber sido un fiel reflejo 
de las más recónditas mentes 
esas que solo sienten cuando se lo permiten
porque sentir no corresponde
y pensarlo todo es su deber.
el verde horizonte se alejaba 
y mi mirada se acomodaba en su exacto punto salvavidas. 
así me desperté de un sueño
en el que una ola me encerraba y me hacía rodar
como esa piedra que anticipaba una avalancha

y me enseñaba que la vida es un instante


lunes, 16 de diciembre de 2019

Diaz sin vos... luciana mocchi

Pocas canciones tan hermosas, y falta la voz... 
Luciana Mocchi - Diaz sin vos

Te vi corriendo hacia ninguna parte
y entendí lo que no podias darme
y a la noche volví a sonreir

Dí lo que puedo y lo que necesito
ni me acuerdo de lo que perdimos
el recuerdo también se perdió

Ví que hay historias que no tienen tiempo
que los sueños se van con el viento,
que no todo se puede vivir

Hay primaveras que nunca vivimos,
cuatro porros y un vaso de vino,
ver la luna esperandote a vos

Ya se fue yendo lo que imaginaba,
ya no queda tu olor en mi almohada
y el recuerdo también se perdió

Hoy te he buscado a través de las redes
recordando que tu corazón quiere,
olvidarse de lo que pasó

Me he preguntado si aún tienes mis lentes
si vendiste tus cosas de siempre,
si todavía vivis en La Unión

Sé que empezaste a cambiar de camino,
que aprendiste algo de tu destino,
y que un grupo te ayuda a vivir

Hay primaveras que nunca vivimos,
cuatro porros y un vaso de vino,
ver la luna esperandote a vos

Ya se fue yendo lo que imaginaba,
ya no queda tu olor en mi almohada
y el recuerdo también se perdió

domingo, 8 de diciembre de 2019

Le pedí que se quede, como me sugirió mi guía.
Y me respondió que no, como me anticipó mi guía. 
Y aparece en mí la desesperación. El manotazo de ahogado de querer resolver.
De querer definir. De querer controlar. 

Y él no se rige por los manotazos de ahogado.
Él piensa.
Analiza.
Toma en cuenta todas las variables.
Resuelve qué es lo mejor para él.
Y actúa. Y no lo hace desde el egoísmo, sino desde la inteligencia absoluta.
Y siempre lo hace bien. 
Ese dolor en el pecho que se expande por todo el cuerpo.
El peso de los errores. El impacto posterior a saber que algo que creí que era lo mejor,
fue finalmente una equivocación irreversible. 
Eso es.
Lo irreversible.
Lo que no podemos deshacer. Lo que yo no puedo deshacer.
Lo que ni las lágrimas ni las risas van a volver a poner en el lugar de privilegio que es
la oportunidad.
Su cabello gris, no tanto por el paso del tiempo, sino por una sabiduría envidiable,  
es lo primero que uno nota cuando no se deja llevar por su mirada verde y hermosa
acompañada por largas estelas negras 
que deleitan a cualquiera. 
Una presencia que es magia. 
Eleva las almas -la mía- y las transporta a un espacio sin tiempo…
un abrazo en el que siempre me sentí viva. 
esa sensación de eternidad a sabiendas de que lo efímero nos gana siempre la carrera.
palabras que duelen en el alma y que, sin embargo, agradecen conocer la luz. 
Sin-embargo. dos palabras que pueden atravesar armaduras. 

mi sin embargo. Mi pero a cuestas.

viernes, 6 de diciembre de 2019

cálida-mente
el destino me abraza y me empuja
ávida-mente
te sueñan mis deseos
honesta-mente
me observo sintiendo.

viernes, 18 de octubre de 2019

A todos les escribo. 
Con él es difícil plasmarlo. 
Todos son ideales y están solamente en mi memoria. 
Él existe y es real. 
Tan real que me da miedo. 
El corazón me explota de vida cuando escucho su nombre. 
Me hace sonreir. 
Y eso no es poca cosa. 
Me hace feliz saberlo cerca. 

viernes, 21 de junio de 2019

Barceloneta

Y en una nota más 
Me pregunto qué va a pasar cuando me vaya. 
Mis amigas son mi familia. Y cada una de ellas tiene su familia. 
Me extrañarán?
Es posible. 
Seré la misma irónica ácida pseudo graciosa de siempre cuando vuelva?
Lo dudo. 
Me querrán incondicionalmente como siempre desde hace más de 20 años? 
Lo dudo. 
Me querrán más por atravesar mis barreras autoimpuestas y vencer esos miedos que hacen que me amen incondicionalmente hace más de 20 años?
Es probable. 
Me querrán distinto y se adaptarán a mi en ese momento? 
Seguro.
Y seguro ya sabemos dónde está... pero ese día tendrá transitorias. 
Y con eso me voy. Y parto un tiempo. 
Y no espero nada. 
Me subo a ese avión y me duermo. 
Y me esperan. Allá y acá. 

miércoles, 19 de junio de 2019

Fue un abrazo. De bar-boliche 5 am. 
Un abrazo borracho que me salvó de un empujón. 
Todo alrededor literalmente se detuvo. No hubo más ruido. La música era lejana y la luz se volvió tenue. La gente desapareció y el tiempo se hizo humo. 
Eso fue todo lo que necesité para saber. 
Pero de saber a hacer hay un mar de distancia. Y yo no soy de hacer, precisamente. Más bien de ver y entender sin mucha más acción que esa. 
Se aprende de las experiencias, que son aquellas cosas que ya sucedieron. Que nos pasaron. Y que no nos van a volver a pasar. 
Al día siguiente se fue temprano. 
Una despedida seca y sin mucho esfuerzo. 
En mi balanza imaginaria y prejuiciosa volví a poner todo aquello que antes había acomodado de tal manera que su resultado fuera negativo. 
Y la balanza no se movió. En cambio apareció un cartel, también imaginario, con un mensaje que me decía que deje de nadar en contra. Que el mar es sabio y que el mar te lleva. 
Y extrañada agarré la balanza y la encerré en un lugar secreto bajo llave. 
Pero ese abrazo hacía ruido. Mucho ruido. 
Y un día le pregunté que haría si me fuera. Y me respondió que me enviaría postales. Porque él es así. Un clásico romántico de los 50s que te deja sin aire al final cuando te das cuenta que los protagonistas no terminan juntos. 
Quise volver el tiempo atrás. A esa discusión banal por un te quiero no dicho. A ese viaje en auto en silencio. A ese vino sin terminar. A esa despedida insulsa e iracunda. 
Pero ya vemos que eso es imposible. Y que lo posible es lo que duele. 
Que la experiencia es ese pinche tirano al que no podemos controlar. 
Que crecer a destiempo es tragicómico. 
Que aprender a veces puede llegar tarde. 

viernes, 12 de abril de 2019

Hoy estoy parada en otro lado y te celebro. 
Celebro tu bondad, tu ingenuidad y tu carisma.
Ojalá hubiera heredado tu carácter. Pero el que tengo me gusta y me acompaña. Igual que vos. 
Me hubiese gustado saber cuál sería tu postura hoy respecto de un montón de cosas. Seguramente disentiríamos en muchas, pero me apoyarías en todas y me dirías que lo establecido no siempre es lo que corresponde, muy a tu pesar. 
Hoy te celebro.
A veces me doy cuenta que no te pienso. Y siento que llegó ese momento que siempre temí: me olvidé de vos. 
Pero estás. Ahí. En mi. Y sigo. Y te celebro. Celebro que el hecho de que no estés también es una enseñanza y es mi obligación aprender.