miércoles, 17 de noviembre de 2010

for as long as you like..



I´ll hold you for the rest of my life.

Reseña de un hdp

La oscuridad de su pesar, me hace pensar: Hace mucho escucho su música, la que no es mía. Tiempo atrás era de sol, hoy es gris y acartonada. Medito y comienzo a creer que es cierto. Existe en su alma un más acá. Hay en él un otro mayor que lo convierte en un ser vivo, que, una vez cada tanto le da un soplo de vida. Pero la ficcion, en este caso, supera la realidad: estoy en presencia de un hombre de piedra.

sábado, 6 de noviembre de 2010

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Hablaba con mi sueño cuando entró. Abrió la puerta con tanta fuerza que el espejo se asustó. Se detuvo un instante antes de tomar coraje y avanzar. Tomó la silla de caña que vivía al costado de mi cama, y se sentó. Clavó su mirada en mis pupilas y detuvo el tiempo. Sin decir nada, en silencio. Su pelo, que se había vuelto gris, envolvía un rostro colmado de grietas, que supo ser liso y llano alguna vez. Sonreía, con esfuerzo. En silencio. Estaba cansado. La vida había sido absurda con él. Y él se había dado cuenta. Su respiración era pausada, su corazón estaba en paz, aunque su voluntad yacía tras de sí, hecha trizas. La calma abundaba en la habitación que, a oscuras, era cómplice de un recuerdo, de una vida. Habían sido confidentes, habían sido enemigos íntimos. Habían sido todo. Haciendo un ademán, tomó mi mano y la besó. Alzó su cabeza y sonrió. Hablando con sus ojos, gritando con su alma, intentaba hacerse oír. Quise hablar, quise yo también hacerme escuchar. En ese instante un frío me acorraló. Se puso de pie y dio un paso hacia el costado como queriéndose alejar. A tientas se dirigió hacia un mueble y tomó un saco azul. Suyo. Lo observó, lo sintió, lo olió y volvió a colocarlo sobre nuestro alzapié. Se volvió y me dirigió una ojeada que anunciaba una emergencia. Brotaron lentamente de sus mejillas las lágrimas que habían querido emerger hace algún tiempo. No pudo. Quiso escapar y perderse en el mundo. Perderse de mí. Perderse de todo. El reloj cumplía su misión, marcando cada minuto y su corazón se mostraba preparado. Todo lo suyo aun estaba presente, aun esperaba que regrese.

Con su ceño fruncido, sus palmas tibias y suaves, y ese sabor de amargura embelesada con el deseo de volver, se alejó de nuevo. Cerró la puerta con la misma fuerza, mientras yo, desde mi cama, lo vi partir.

Vino a despedirse. A darme un beso y marchar.

Sin bailar



Todo menos el baile.

Te doy todo menos eso.

La mentira piadosa,
un nudo de rutas saladas,
un palco de miedos,

El salto a la fama
la mirilla del alma.
El honor de un cobarde
y la guía para ese ermitaño.

Todo menos el baile.
La música que escuchas,
no la veas.
No la quieras.
Inhibite. Pero ya.

Y a ella, que le gusta tanto bailar...

miércoles, 3 de noviembre de 2010

short

is

life

Blog en un taxi

"Se ve que te quiere"
Y asi salí una tarde oscura, con la brisa pesada del mes de agosto,
las gotas que mirando desde arriba,
se preparaban para atacar.
Y empecé a caminar
Sí. Se ve que me quiere.
A esta loca descuidada que llora ante la vida, una muerte anunciada pero simple.
Sí. Me quiere.