Preparada para romper un corazón generoso.
Nunca para volver a ceder el mío
que maltrecho se abre caminos.

Él era tanto más fácil. 

Porque era imposible. 

Te escribí. 

Te dibujé. 

Te soñé. 

Mil y un veces. 

Te dejé ir. 

Te busqué. 

No encontré eso que éramos. 

Y seguí. 

Hay verdades que son para el otro sólo excusas. 

Vos

Nadie es vos. 

Y vos sos todo. 

Y todo no existe. 

Y sin embargo,

Nadie es vos. 

Vos sos mi todo. 

Si yo me voy antes que vos

Quiero que sepas

que sos mi todo

Escuchar la misma canción una y otra vez
dedicar ese instante una y otra vez
pensar en aquello que la hizo reir.
Una y otra vez.

No poder hablar por no saber qué decir,
sonreir a la nada
instaurando un minuto de silencio
para aquello que está muerto.

Metáforas de fútbol.
Será eso lo que lo une?
Será el lado masculino
que lo separa?


Es la misma canción
una y otra vez.

Y sí....

verlo fue como entrar en la máquina del tiempo y viajar sin escalas a ese momento exacto en el que supe que me iba a romper el corazón. 

Y sí...

Si supiera todo lo que lo quiero

se ahogaría de amor. 

Atados por ese hilo ilusorio. 

Todos. 

Menos uno. 

El importante. 

El imperceptible. 

El imposible. 

El verdadero. 

Anclados en ese para siempre mentiroso. 

Esclavos de una promesa implícita. 

Todos. 

Menos él. 

Uno

Lo elijo de entre el montón. 

Con los ojos cerrados. 

Con las manos atadas. 

Con el alma partida. 

Memoria del corazón, eterna. 

Perdona. 

Olvida. 

Atraviesa. 

Memoria del cuerpo, eterna. 

Reclama. 

Recuerda. 

Espera. 

Un muro de nada. 

Un camino sinuoso y difícil. 

Atemporal y estático. 

Multicolor. 

Lo elijo de entre el montón. 

Siempre. 

"Y si acaso no brillara el sol

Y quedara yo atrapada aquí

No vería la razón 

De seguir viviendo sin tu amor"

Me alcanzaba con poner mi mano debajo de la tuya mientras dormías.

La lágrima silenciona después del éxtasis. 

Ese recuerdo que aflora. 

Que no da paz. 

Pone primera y acelera para ser, en el mejor de los casos, la segunda opción. 

Encara el atajo y se pierde.  

Retoma por donde vino y avanza en círculo por el camino sinuoso. 

Siempre llega al mismo punto de partida. 

Y pone primera. 

Y acelera. 

Hablale a tus muertos,

porque en un universo paralelo

ellos nos están abrazando 

para que dejemos de llorar.