jueves, 10 de diciembre de 2020

Eres tú

Arden los ojos.
Quema el silencio.
Duele el espacio.

¡Espabila, querida!
No pasa
nada de eso.

Quien arde
quien quema
quien duele
eres tú. 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Microrrelato

Ella lo conoció. 
Él se llevó hasta la inspiración. 

martes, 3 de noviembre de 2020

Somos ese animal

que tropieza dos veces

con la misma piedra. 

Somos eso 

finito

ajado

raído

monótono 

y desigual. 

Tropezando dos veces

Levantándome cuatro

Ilusionando al corazón

que vuelca

y se ríe. 

jueves, 13 de febrero de 2020

Una persona importante

Cómo podia hacerle saber 
que le quemaba el pecho?
Que posar sus ojos 
sobre su vacía mirada 
le provocaba zumbidos. 

El mareo 
de quien se sube por primera vez a un barco 
que se pierde en altamar. 
Dueña de un gesto adusto, 
casi sin expresión. 
Se reía de manera sarcástica 
ante lo obvio 
     porque ella 
    estaba más allá.
Comprendía 
que la inteligencia 
no era una cualidad universal 
y que había ocasiones 
en las que no quedaba más remedio 
que asentir 
con una sonrisa silenciosa 
frente a cierta estupidez. 

Al mismo tiempo 
repetía 
las palabras sin sentido 
de quienes no lograban que la suma 
de el resultado esperado. 
Y podía seguir 
por horas 
las conversaciones más inútiles 
con tal de ver 
cómo su interlocutor llegaba a buen puerto 
y finalmente 
se daba cuenta 
de que lo que habia comenzado como una gran idea, 
no era más 
que el producto de su célebre 
“es que a veces 
la gente 
no usa mucho la cabeza”. 
Era maravilloso verla en acción. 
Yo esperaba 
con expectante silencio 
ese momento. 

Cada domingo. 
Admiraba su manera de cazar. 
Cómo advertía su presa 
se agazapaba paciente 
a la espera 
de que se acercara 
para por fin 
comenzar el ataque 
y poner sus afiladas garras 
a trabajar.

domingo, 26 de enero de 2020

Reflexiones de un domingo digno

No se trata de apuntar más alto,
sino de apuntar mejor. 

No es él o ella,
ni son ellos
quienes definen el éxito
o fracaso
de nuestros objetivos y metas. 
No soy yo
creyéndome inferior
por no alcanzar eso que debo. 

Soy yo
quien tiene que marcar mi llegada,
entender mi ritmo
y marcar mi paso. 

Es la tortuga
venciendo
a la liebre. 
No es el adonis pasajero
mi designio final. 
Ni esa persona de siempre
mi propósito vital. 

No es apuntar más alto.
Es apuntar mejor. 
Es entender
que los “debo”
y los “tengo que”
son construcciones mandatorias. 
Preceptos inculcados. 
Ilusiones arqueológicas. 
Oasis imaginarios. 

Salir de la caverna,
entenderme
a mí
y así, 

entender el mundo. 

miércoles, 22 de enero de 2020

Contradicción como estandarte
yendo o viniendo
el paso firme
a cada instante
Una seguridad
construida
a base de temor
y nostalgia compartida
con los ruidosos transeúntes 
transmitida
desprolija y absurdamente
para marear
a quien intenta poner atención
escuchar
Es peligroso que entiendan
porque eso
lo haría real

y lo real
es un bendito misterio
busca respuestas
sin haber hecho las preguntas adecuadas. 

escuchando
cada movimiento de su sombra,
como si eso
fuera lo que la persigue. 
atesorando momentos
y reservando información
para tener bien a mano
cuando sea lastimada. 
porque siempre espera
ser lastimada. 
víctima
de su propia conciencia.
O al menos eso cree. 
Aprovecha
la angustia que brota por los poros
para poner en palabras
aquello que le resultó siempre tan difícil. 
Se siente perdida,
sola,
golpeada.
Tanto
que habla en tercera persona…
pues así es más fácil,
le habían sugerido. 
Se encontró embarcada en un viaje
que parecía no tener retorno. 
Salir de la caverna
entendiendo lo que eso significa
produce un pánico
tan gigante
que el mundo
queda diminuto,
el tiempo
se detiene,
el espacio
se reduce
y el cuerpo
duele. 

Había leído sobre aventuras ajenas,
en las que
siempre
el protagonista contaba el final al principio…
en las que el camino del héroe
siempre daba como resultado
la libertad. 

Y lo ve tan lejano,
que empieza a creer
que la estuvieron engañando
todos estos años. 

Ese fin de semana
fue mejor de lo que su mente
pesimista
había imaginado:
“no quiero que suceda
porque va a ser hermoso,
y no puedo lidiar con lo hermoso”,
se había dicho
antes de partir. 

Se puso el traje
de mujer maravilla
y salió a buscar
lo que sabía
que no iba a llegar.

sábado, 11 de enero de 2020

Procesos

La vida es
un sinfín de decisiones a tomar. 
El mismo camino
te obliga a elegir
entre seguir o retomar. 
Entre optar
por el bosque oscuro
o por la segura luminaria.
Encontrarme
en este paraíso de opciones
que es estar viva
me remite
a mi esencia más pura,
aquella
a la que los ruidos
de la rutina
no me permiten atender
como se requiere. 
Aquella
a la que hago oídos sordos
    por las dudas,
por si lo que tiene que decir
pone en peligro
mi fantaseada libertad.
“Amar la trama más que el desenlace”
como diría Jorge…
de eso se trata.
Experimentar el proceso. 
Subir y bajar
cuando se necesite. 
Poner en palabras
lo que la mente grita. 
Dejar
que el cuerpo
marque el ritmo. 
El infinitivo le da
    -quizás-
un tinte menos personal. 
Da igual. 

De vivir se trata.