Juntando escombros.
Baúles inmensos
repletos de sueños,
abarrotados en un rincón oscuro y húmedo.
Aquello escondido, perdido,
olvidado. Está ahí. Quieto.
La luz cada vez más brillante.
El principio de la vida.
Espirales de aire nuevo,
bocanadas de risa y suerte.