Es un camino personal que espero recorrer hasta que se devele el sentido.
No merecen mi respeto autómata ni el traje ni la corbata. De eso está lleno el mundo.
Mis hermanos no visten traje y corbata y confío más en ellos q en mi propia sombra.
Me emocionan mis niños, hijos del alma, tesoros de vida.
Me enternecen tus ojos y tu arremolinada paz.
Perdiendo la fe en la humanidad.
Me salvan las maravillas que me acompañan en silencio, a lo lejos.
Una de ellas lo sabrá, pues aquí está.
Los demás, aquellas pocas almas viejas que admiro, algún día también.
Ánimo, mujer.
La vida se trata de esto.
Darse cuenta.
Entender.
Aceptar.
Caminar. Sin parar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario