jueves, 27 de octubre de 2016

Una precoz conciencia de esa condena a estar vivos.
Condenados a morir. Y condenados a vivir. Lo más y mejor que se pueda.
Conciencia temprana de una libertad que no es tal, sino una mera ilusión del hombre quien, a causa de esa conciencia, elige disfrazar la verdad.
No es libertad si aquellas cosas sobre las cuales podemos elegir son limitadas.
No es libertad si elegimos en función de lo que debemos ser, y no en función de lo que en esencia somos.
Libertad de hacerse cargo de ser conciente.
Libertad de vivir sin esa condena a cuestas. Y elegir no hacerlo.
Responsabilidad de vivir lo más y mejor que se pueda.
Responsabilidad conciente de ser "una gota en un balde de agua".
Conciencia temprana de lo injusto. Aplicando un criterio arbitrario e indiferente.
Conciencia temprana de las distancias abismales entre las mentes más unidas.
Aceptación, resignación, debate, asimilación, marcha atrás.
Ignorancia, filosofía, alma vieja, la cosa por la cosa en sí, realidad construida.
Libertad y responsabilidad para ser todo lo mejor que se puede.
Libertad y responsabilidad para poner en acto todas las potencias.
Libertad y responsabilidad para pensar y no ser pensados.
Seres humanos, con sentido común. Con voluntad y capacidad de amar.
"Deseo, satisfacción y hastío".
Libertad y responsabilidad frente a esa condena a muerte in-segura, en una vida no-eterna.

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