lunes, 1 de diciembre de 2008

Siesta

Durmiendo en un sofá sin dueño
Esperaba ella una respuesta
Soñando que el respiro que bien merecido tenía
llegaría con la siesta.
Rondando los bares
visitando los vasos llenos de nada
escuchando una y otra vez
el eco que repite solo una pavada.
Qué distinto el merecer,
El tener que tener por tener
A la vida que le dice
“No podes llegar sin correr.”
En el sueño ella soñaba
soñaba que iba a llegar
soñaba que cada tanto,
cada tanto ella llegaba.

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