Por las noches
se hacía escuchar
haciendo eco.
Aquel silencio,
la quietud
y el hastío
se hicieron uno sólo,
palideciendo
paso a paso
por el polvo
que sobre ese espacio
se mezclaba
con sí mismo.
Pisadas sin huella
de un caminante
queriendo escapar
a ningún lado,
intentando
resolver,
revolver,
reponer.
se hacía escuchar
haciendo eco.
Aquel silencio,
la quietud
y el hastío
se hicieron uno sólo,
palideciendo
paso a paso
por el polvo
que sobre ese espacio
se mezclaba
con sí mismo.
Pisadas sin huella
de un caminante
queriendo escapar
a ningún lado,
intentando
resolver,
revolver,
reponer.
El silencio es nuestro.
Tuyo y mío.
Un polizón
que no pide permiso,
ni disculpas,
ni razón.
1 comentario:
Uno escribe en papel, lo que la voz no se anima a gritar.
Uno escribe en el papel, para ser libre,
y recordar lo que es escencial.
Lo que cuesta descifrar, y más aún verbalizar.
Yo escribo como vos. A veces. Para no hablar.
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