lunes, 16 de noviembre de 2009

Compraventa

Sobran en el mundo las palabras, pero no encuentro la que busco.
Sobran los motivos para ser. Faltan ganas. Las decisiones… encrucijadas.
Se pega el piso. Se derrite poco a poco el sol. Las nubes llenas de agua.
Los paraguas y las botas, los globos rojos de la envidia.
Muchos quieren lo que no tienen.
Un vendedor se acerca. Cuidadosamente. Tranquilo. Vigila lo suyo, tan preciado.
El cielo, cada vez más gris.
A lo lejos, una compradora. Cansada. Atenta.
Mira su reloj. Llegó a tiempo.
Caminando hacia el mismo lado. Al punto central de la unión esperada. Al momento.
Mientras tanto, yo descanso. En el medio de la plaza. Con mi libro.
Pero los miro.
Entre tantas palabras. Entre el ruido de la lluvia que caerá y el silencio de los que la esperan.
Se esperaron tanto tiempo. Tienen muchas cosas que hablar.
Entre tanto, busco esa palabra que defina. Que finalmente defina.
Los oigo pensar. Sé que quieren dejar de pensarse. No pueden.
Esas palabras… se acercan un poco.
Se dicen con miradas, se callan la verdad. Se mienten, se ríen. Los ojos aguados, ciegos.
Se tocan. Se sienten. Se extrañan. No miran para atrás.
Una deuda pendiente. Un sinsentido que no encuentra el riel.
Me pareció escucharlos. Creo que lo saben.
Cuando pensé que iba a encontrar lo que buscaba, se aman. Se vuelven uno.
Está escrito. Debo seguir. Lo encontraré. Lo sé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y un día mirás para atrás y no podés creer que te llevó tanto tiempo!

Hermoso Lo!

love u